La historia e importancia de la web
Aunque podemos extender el inicio de Internet como lo conocemos ahora a finales de los años cincuenta, yo prefiero identificarlo con los años 90, cuando Tim Berners-Lee, ante la necesidad de divulgar e intercambiar información sobre sus investigaciones científicas, desarrollo las ideas fundamentales que estructuran la web.
Él, junto a su grupo, crearon el lenguaje de etiquetas de hipertexto (conocido por sus siglas en inglés HTML o HyperText Markup Language) así como el protocolo para el envío de los ficheros redactados con este lenguaje (HTTP o HyperText Transfer Protocol) y el sistema de localización de objetos en la web (URL o Uniform Resource Locator).
Las etapas de Internet
Me gusta distinguir (por ahora) las dos grandes etapas que diferencian Internet en cuanto al uso que hemos hecho de él a lo largo de su existencia:
La web de sólo lectura
Esta etapa se caracteriza por la gran cantidad de usuarios de Internet que había (estimemos, por poner un número, unos 45.000.000) para tan pocos sitios (como en el caso de los usuarios, vamos a decir un número estimado de 250.000); como se ve, la diferencia es abismal. Además, estos sitios eran desarrollados y actualizados (generalmente) por un profesional, editor o webmaster.
Este tipo de web básicamente se utilizaba para la divulgación de textos científicos o textos técnicos (manuales, tutoriales…).
La web de lectura… ¡y escritura!
Con la revolución de las tecnologías aparecieron lenguajes (en muchas ocasiones complementarios al HTML creado por Tim Berners-Lee) que permitían realizar otro tipo de páginas web con nuevas funcionalidades. Estos lenguajes permiten crear no sólo sitios web sino que es posible crear aplicaciones web para gestionar multitud de cosas (bancos, universidades, correo electrónico, empresas…).
Pero de cara al usuario normal vamos a ver cómo han evolucionado nuestros números: en esta etapa ya contamos con más de 1 billón de usuarios (recuerdo que son números ficticios para entender la importancia y extensión de Internet) y la escalofriante cifra de 80.000.000 de sitios web. Como veis, ambos números han subido considerablemente, pero la diferencia es que ahora ya no contamos con un editor profesional (o un equipo de ellos) que actualizan los sitios web sino que cualquier usuario es capaz de hacerlo. Cualquier usuario puede comentar, agregar o quitar contenido en la web que conocemos hoy en día. Compartir una foto, comentar la de un amigo, escribir un tweet o responder otro, eliminar la foto que hemos subido porque no nos gusta o comentar en blogs, foros y sitios de difusión de contenidos es algo que hacemos todos los días.
Mucha gente llama a esta web (la que tenemos actualmente) la web 2.0; personalmente no me gusta este nombre, simplemente lo veo como una evolución de las tecnologías que permiten que Internet exista y funcione.
¿Qué importancia tiene una web en la actualidad?
Acabamos de conocer al amigo de un primo que es [pon aquí el cargo que quieras] tomando un café en un bar y nos da su tarjeta de visita donde pone el escueto nombre de la empresa, su correo electrónico y un teléfono. Algunos inconscientemente vamos a google y buscamos el nombre de la empresa para ver su sitio web y, en la mayoría de los casos (dependiendo de la persona), si no tiene pensamos un «vaya empresa más cutre que no tiene ni sitio web«.
¿Por qué digo esto? Pues porque es lo que la mayoría de usuarios piensan.
Algunas de las razones que doy a los empresarios para que su empresa tenga sitio web son:
- Los clientes potenciales asumen que tiene web: esta frase resume lo explicado en el párrafo anterior.
- Sus competidores tienen web: Hoy en día, cualquier empresa respetable ofrece un sitio web.
- Mejora la imagen de la empresa: Queda muy bonito el URL en las tarjetas de visita o los correos electrónicos con extensión propia para los empleados.
- Siempre disponible: Transmite confianza.
- Expande el mercado: No te limitas a tu localidad o región.
- Sabrás qué buscan tus clientes: los contenidos del sitio web pueden ser rastreados para saber qué quieren los clientes.
- Fácil de actualizar: Un WordPress, Joomla, Drupal u otros gestores de contenidos son fácilmente administrables.
Estas son algunas de mis razones para recomendar a cualquier empresa que disponga de un sitio web; y tú, ¿qué razones tienes?